Más
allá de los clásicos géneros de la narrativa, la poesía y el teatro, las
producciones ya hechas, como letrillas, canciones de corro, adivinanzas, etc.
que cumplen con los requisitos fundamentales
(palabra con tratamiento artístico y niño como destinatario) también son literatura infantil.
Las fábulas, incluidas dentro del género de la narrativa,
son relatos breves en prosa o en verso escritos
por autores conocidos. Suelen estar protagonizadas por animales con
características humanas y ofrecen una enseñanza o moraleja para los lectores.
Durante décadas han sido consideradas como valiosos
instrumentos didácticos y por ello llegaron a convertirse en uno de los
recursos más utilizados para enseñar en las escuelas. Esto es debido a que las
fabulas, por su brevedad y sencillez, encantan a los niños. Este tipo de relatos son
sencillos, tienen un lenguaje claro y sus personajes son animales que dialogan,
lo que permite a nuestros alumnos huir a un mundo de fantasía más propio de la mente
de un niño donde al final del relato obtendrán una enseñanza nueva en forma de
moraleja.
A continuación os dejo un ejemplo, la fábula de “La liebre y
la tortuga” en Audacity:
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